Se elevan a cuatro las víctimas mortales en la explosión del edificio en el centro de Madrid

El inmueble, en el que residían curas, está ubicado junto a una residencia de gente mayor, un colegio y una iglesia

Ara
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Els serveis d'emergència a la zona de l'explosió

MadridLa cifra de víctimas mortales en la explosión de un edificio en el centro de Madrid este miércoles se eleva a cuatro. La última muerte en confirmarse es la de un sacerdote de 36 años de la parroquia la Virgen de Paloma, ubicada en el edificio afectado, y que había resultado herido en la explosión, según ha informado la Archidiócesis de Madrid. El hombre ha muerto esta madrugada en el hospital, donde fue trasladado herido grave.

La deflagración tuvo lugar en la calle Toledo e hizo añicos cuatro plantas de un edificio de viviendas y oficinas de sacerdotes al lado de una residencia de gente mayor, un colegio y una iglesia. También hay una decena de heridos. Uno de ellos, un joven de 26 años, ha quedado herido moderado-grave con una fractura de tobillo y traumatismo lumbar y fue trasladado al Hospital de La Paz. Otro, un hombre de 53 años, ha sufrido un traumatismo craneoencefálico leve y fue trasladado al Hospital Ramón y Cajal. Las víctimas son cuatro hombres, dos que pasaban por la calle, el operario que estaba manipulando una caldera, que ha quedado enterrado entre los escombros, y un sacerdote.

Según han confirmado el arzobispado y la parroquia, la planta donde se ha producido la explosión son las salas y la vivienda de los sacerdotes. "Pedimos que recéis para que no haya víctimas. Los sacerdotes están siendo atendidos por el Samur y están a salvo", dijeron ayer desde la parroquia. También advirtieron de que "hay una persona laica" que estaba en una de las plantas del edificio y a la cual "no se localiza".

Se trata del edificio número 98 de la calle Toledo, situado justo junto a la Residencia Paloma, así como también de la escuela de La Salle Paloma, que ha informado de que ningún miembro del centro educativo resultó herido porque los alumnos no salieron al patio debido a la nieve. La residencia de gente mayor también informó de que todos sus usuarios están sanos y salvos y los han alojado en un hotel próximo. Además, detrás del edificio también está la iglesia del barrio.

La Policía Nacional ha descartado un artefacto explosivo o un atentado como causa de la explosión, que se ha producido "de dentro hacia fuera". Se estudia si la causa es un problema de la caldera de una vivienda del edificio que en ese momento se estaba reparando. Después, debido al gas almacenado, se produjo una segunda deflagración, la más importante. De hecho, una de las víctimas mortales, según apunta la Policía Nacional, sería un joven electricista.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha hablado de un "auténtico milagro" por el hecho de que no haya habido más víctimas mortales. Sobre los efectos materiales del suceso, Almeida ha explicado que la estructura del edificio ha quedado impracticable y que se tendrá que proceder a un derrumbe controlado. Los Bomberos han estado apagando las llamas que todavía seguían encendidas en una de las plantas y han estado horas sin poder entrar en el edificio porque "no se considera prudente", dado que el incendio "podría causar un embalsamiento de gas que podría afectar a la estructura".

Nacho Rubio, que pasaba por la calle paralela de la calle Toledo cuando ha explotado el edificio, ha explicado al ARA que no ha oído la explosión porque estaba escuchando música con los auriculares pero que ha notado que el suelo temblaba. Después ha ido hacia el lugar de los hechos y ha visto bastante gente herida tumbada en el suelo. "He ido a ayudarlos, pero me he apartado porque los Bomberos han venido muy rápido", dice Rubio, que explica que ha visto muchos coches llenos de escombros y tiendas con los escaparates destrozados.

Tania Tapia, corresponsal del programa Planta Baixa de TV3 en Madrid, ha notado la ola expansiva derivada de la explosión y rápidamente ha llamado a emergencias. Varios vecinos cercanos y no tan cercanos a la zona dan fe de la magnitud de la explosión porque, a pesar de vivir a una distancia considerable del lugar de los hechos, han podido ver cómo los cristales de sus viviendas se han movido.

Diferentes unidades del Samur (11) y de los Bomberos (9), la Policía Nacional y la Policía Municipal han acordonado la zona, han montado una carpa y han atendido a varias personas heridas.

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