La extraña infección del cerebro por el covid-19

Algunos pacientes recuperados de la enfermedad presentan secuelas neurológicas

Xavier Pujol
3 min
Encara no se sap gaire com el covid-19 afecta el cervell, però s’han detectat tant afectacions neurològiques com trastorns psiquiàtrics. GETTY

BarcelonaTerritorio ignoto. Si de alguna manera se pudiera definir como afecta el coronavirus SARS-CoV-2 al cerebro, muy probablemente esta sería la más acertada. De lo único que se tiene certeza es de lo siguiente: de una manera u otra, el covid-19 llega al cerebro, con toda probabilidad a través del sistema nervioso, y que parte de los síntomas que se ven en pacientes afectados concuerdan con los de enfermedades neurodegenerativas o accidentes cerebrovasculares como el ictus o las hemorragias. También se conoce la pérdida de los sentidos del gusto y el olfato, y que en el caso del covid-19 persistente o en pacientes de edad avanzada, los cuadros clínicos de ansiedad, agitación mental e incluso delirios, no son nada extraños. Los expertos dan por supuesto que hay daño neuronal y trastornos psiquiátricos. En qué medida, sin embargo, nadie se atreve a decirlo.

Un amplio abanico de síntomas

El rango de síntomas que se han observado en pacientes afectados por el covid-19 y que lo han superado no deja de crecer. Los principales son los respiratorios y también los que afectan al sistema circulatorio, además del hígado y los riñones. Por esta razón, no es extraño que los ictus y los derrames cerebrales puedan aparecer en pacientes susceptibles. Incluso parece esperable la aparición de anosmia, la pérdida de la capacidad para percibir olores. En el tiempo que llevamos de pandemia, apenas diez meses, se ha visto que el coronavirus llega hasta la barrera hematoencefálica, la que protege el cerebro. Justamente allí están las terminaciones nerviosas del gusto y el olfato. Lo que se desconoce todavía es qué ocurre cuando el virus supera esta barrera y llega al cerebro. Una sospecha creciente es que invade las neuronas y absorbe el oxígeno de las células del entorno, lo que provocaría su muerte, según un estudio de Akiko Iwasaki, de la Universidad de Yale. Imágenes del tejido cerebral y micro-cerebros experimentales avalan esta hipótesis.

"Sabemos que llega y que con toda probabilidad hay daño neuronal", explica Arcadi Navarro, investigador ICREA especializado en Parkinson y director de la Fundación Pasqual Maragall. "Estamos viendo que la enfermedad se agrava con la infección vírica", señala. Algunos estudios apuntan a casos de pérdida de mielina, la capa protectora de los nervios. Pese a no tener aún suficientes datos ni tampoco modelos de referencia, otras enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o varias demencias también parece que empeoran. ¿Por qué? "No sabemos las causas moleculares", responde Navarro. Pero como todos los expertos en este campo, sí sospecha que si en muchos de los pacientes con covid-19 se dan síntomas similares a los de enfermedades neurodegenerativas, lo más probable es que haya igualmente muerte de neuronas y pérdida consiguiente de funciones. Prevé, al respecto, que "en los años que tenemos por delante veremos patología grave" derivada de la infección vírica.

Trastornos psiquiátricos

Pero todavía hay más. En un porcentaje indeterminado, en pacientes ingresados por covid-19 se han observado cuadros clínicos que cuadrarían con trastornos psiquiátricos. En una primera etapa, se atribuyeron a los efectos del confinamiento y los largos periodos de ingreso hospitalario. Esto es así en una parte de pacientes, lo que explicaría cuadros de ansiedad o de agitación mental, por ejemplo. No está tan claro cuando se observan casos de delirio, dolores de cabeza, confusión y pérdida de memoria, lo que hace sospechar una alteración de origen molecular. Michael Zandi, del Imperial College de Londres, considera que algunos enfermos no habrían muerto por las complicaciones respiratorias sino por la infección del cerebro. Este punto tampoco está resuelto.

En cualquier caso, hay aún más dudas sobre la mesa. La principal tiene que ver con lo que los expertos llaman manejo clínico de los pacientes. Y aquí hay que hacer distinciones. Hay quien llega sin ninguna patología previa y es después de la infección por covid-19 que acaba presentando alteraciones neurológicas o mentales; hay quien presentaba síntomas o factores de riesgo; y hay quien tenía declarada patología grave previa.

La última situación es la que parece más clara y la única que empieza a estar documentada. La patología previa, si es de carácter neurodegenerativo, se agrava. "Parece como si aumentara el daño neuronal", apunta Navarro. Podría ser así en el caso del Parkinson y de algunas demencias, lo señalan estudios que se han publicado desde el verano. El problema principal, sin embargo, radica en cómo distinguir los que ahora presentan síntomas si previamente no habían sido diagnosticados. Sin diagnóstico es imposible saber si han empeorado o si el covid-19 les ha provocado alguna patología neurológica. La pregunta seguirá abierta durante un tiempo.

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