PCR y siete días de aislamiento para la gente mayor que pase la Navidad en casa

La patronal de las residencias y Salut aconsejan, sin embargo, que los residentes se queden en el centro

Marta Rodríguez Carrera
3 min
Visita de familiars a la residència Sant Pere de Les Fonts de Terrassa

MartorellNavidad en casa para la gente mayor de las residencias. El departamento de Salud y ACRA, la gran patronal del sector, han acordado permitir las salidas de los residentes con controles y aislamiento obligatorios a la vuelta. De momento, sin embargo, todo está a la espera de cómo evolucionan los datos epidemiológicos y de si Catalunya pasa al segundo tramo de la desescalada. Quedan fuera los centros que estén en rojo, es decir, los que tienen casos positivos pero no suficiente capacidad como para diferenciar espacios y garantizar cuarentenas, así como las personas que estén pendientes de los resultados de pruebas o tengan síntomas.

Pero el espíritu del acuerdo dice que lo mejor es que los residentes se queden en sus centros para minimizar riesgos y, en caso de que se quiera ir con la familia, se aconsejará que sea por un periodo "mínimo de tres días", según Salud, porque si no "no valdrá la pena" la incomodidad posterior de tener que someterse a un test de antígenos a la salida y a una posterior prueba PCR y estar en aislamiento cuando se vuelva, apunta la presidenta de ACRA, Cinta Pascual, a quien le quita el sueño que los movimientos de entradas y salidas puedan frustrar las "esperanzas" que el sector ha puesto en las vacunas, que tienen que empezar a distribuirse a partir del mes de enero.

Este es un punto clave para el plan navideño, el papel de las familias, puesto que tendrán que tener un elevado grado de compromiso para los que opten por hacer salidas de pocas horas, como por ejemplo para asistir a una comida familiar. Para estos casos, habrá que firmar una declaración en la que se responsabiliza de que siete días antes se ha respetado al máximo la burbuja de convivencia y no se ha estado en contacto con ningún positivo. En este sentido, Pascual apela al "sentido común" e insiste en que es importante que las familias sean sinceras porque el "riesgo es demasiado alto, no solo para el familiar, sino para el resto de usuarios".

Con todo, la recomendación principal es que la gente mayor se mantenga en las residencias y, por eso, los centros flexibilizarán el régimen de visitas y se intentará, en la medida de lo posible, aumentar los espacios habilitados para garantizar el cumplimiento de las medidas de distancia e higiene en los encuentros y priorizar los "paseos y estancias en los jardines" si la temperatura lo permite, señala Pascual.

Tanto a la salida como a la vuelta se harán pruebas a los residentes para descartar positivos y minimizar riesgos. A partir del 21 de diciembre se harán tests de antigenos a todos los residentes, y el compromiso es que después de Navidad todos hayan pasado una prueba de PCR, apunta el departamento. "No me preocupa tanto como salen, que seguro que la gente mayor está limpia, sino que vuelvan contagiados", insiste la responsable de la patronal, que admite que el gran foco de entrada del coronavirus en las residencias es a través de los profesionales y, en muy menor medida, de las visitas a hospitales o de familiares.

Entre los familiares de residentes también hay mucha "preocupación" por el impacto que puede tener la celebración de las fiestas de Navidad, después de "nueve meses de infierno", en palabras de Lola Muñoz, impulsora de la plataforma Els Estels Silenciats, a quien le cuesta entender cómo se ha podido pasar "de prohibir las visitas a aceptar las salidas" de la gente mayor por unos días. "Es como pasar de la nada al todo", se lamenta, y asegura que el deseo del colectivo es "devolver la dignidad" perdida a los usuarios de los centros porque, afirma, "se los está matando en vida".

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