¿Nada puede evitar el entierro de Franco en el corazón de Madrid?

Gobierno e Iglesia dicen que no tienen ninguna vía para impedirlo y sólo queda la carta del Vaticano

Sílvia Marimon
4 min
Una dona, el 2005, al Valle de los Caídos, en els 30 anys de la mort de Franco.

BarcelonaSpain is different es un eslogan que promovió el ministro franquista Manuel Fraga en 1960 con la intención de captar el turismo de masas. El artista Joan Rabascall (Barcelona, 1935) hizo una serie de obras con el nombre del eslogan en las que ofrecía una visión ácida de la aparente apertura de España. Mostraba una pantalla de televisión de la época totalmente oscura donde sólo se leía La voz de su amo. Y es como si esa voz aún tuviera eco... Después de 41 años de democracia, el pasado 13 de septiembre el gobierno español anunciaba la aprobación del Real Decreto -que ahora ya tiene rango de ley- para sacar al dictador del Valle de los Caídos. "España da un paso histórico. Hoy nuestra democracia es mejor", decía un eufórico Pedro Sánchez. Pero el dictador podría abandonar el mausoleo para plantarse en el corazón de Madrid y ser enterrado, con todos los honores, en la catedral de la Almudena, donde se celebran los grandes homenajes. Por ejemplo, es donde se casaron los actuales reyes españoles. De momento, nadie ha dicho que no a los nietos del dictador. Aparentemente tienen vía libre.

¿Ni la iglesia ni el gobierno pueden impedirlo?

El arzobispado de Madrid dice que no lo puede impedir porque los Franco son propietarios de la sepultura y el gobierno español asegura que sólo se hace responsable de la exhumación. ¿Realmente nada puede impedir que los Franco terminen haciendo realidad su deseo? España, como decía Fraga, is different. Sería un caso excepcional en Europa porque no hay ningún otro dictador enterrado en una iglesia. "La monumentalización del verdugo, como en el caso español, es posible porque hay una negación política de su pasado criminal", dice la profesora de derecho en las universidades de Ginebra y Neuchâtel Sevane Garibian. Como recuerda Garibian, en España nunca se han juzgado los crímenes franquistas.

Un grupo de eurodiputados de ERC, PNV, BNG y Podemos enviaron una carta al Papa el pasado 5 de octubre para pedir su intervención. Los eurodiputados alertaban al máximo responsable de la Iglesia católica que colocar allí al dictador puede provocar "actividades de exaltación de la dictadura, y de banalización de sus crímenes, expresamente prohibidas por las normas europeas". Además, añadían los eurodiputados, "podrían producirse enfrentamientos con otros ciudadanos pacíficos que rechazan la exaltación de la dictadura". La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, viajará a Roma a finales de octubre para reunirse con la mano derecha del Papa, Pietro Parolin. Calvo aseguró en el Congreso, en respuesta a preguntas de los periodistas, que tiene una lista de temas pero no quiso especificar -el diario El País así lo apuntava- si Franco estaba en la agenda. ¿Es el Vaticano el último recurso para evitar el entierro de Franco? "Sería imprudente enterrarlo en la catedral de la diócesis. Con razón se podría decir que la Iglesia española sigue siendo franquista ", dice el historiador y monje de Montserrat Hilari Raguer. Pero de momento ningún responsable eclesiástico ha dicho que se impedirá este entierro.

En todo caso, para enterrar Franco en la cripta de la catedral de la Almudena también se necesita la autorización explícita de la administración pública porque es quien tiene que comprobar si realmente la iglesia reúne las condiciones sanitarias adecuadas para enterrarlo.

¿Quién tiene derecho a ser enterrado en una catedral?

El Código de Derecho Canónico de 1983, en concreto el canon 1242, establece: "No se han de enterrar cadáveres en las iglesias, a menos que se trate del Romano Pontífice o de sepultar en su propia iglesia los cardenales y los obispos diocesanos , incluso los eméritos ". Pero el canon no afecta las compras de sepultura que se hubieran hecho anteriormente. "En todas las legislaciones los derechos adquiridos no se pierden por leyes posteriores", asegura mosén Santiago Bueno, doctor en derecho canónico y profesor del Ateneo Universitario San Paciano. Según publicó Eldiario.es, en 1987 la hija del dictador, Carmen Franco, compró la tumba, que tendría capacidad para que se entierren entre cuatro y seis personas. Pero el canon 1242 puede ser dispensado. "Si hay razones pastorales importantes y convenientes, pero la dispensa no es habitual", añade Bueno. El cura recuerda un caso en la parroquia de Santa Tecla, donde se dispensó el canon para que pudiera ser enterrado su primer rector, que lo pidió antes de morir.

"Habría que saber cuáles son los detalles del contrato entre la Iglesia competente [en este caso el arzobispado de Madrid] y la familia Franco. Una vez firmado el contrato por el que se ha adquirido un derecho funerario, si no se cumple, la familia puede reclamar ante los tribunales", asegura el catedrático de derecho eclesiástico Miguel Rodríguez Blanco. La otra cuestión es cómo se interpreta cuál es el espacio de la iglesia, si se considera que la cripta forma parte o no del templo: "Cualquier entierro en el espacio de culto sería contrario al derecho canónico", asegura Rodríguez Blanco.

El derecho canónico vigente dice, en el canon 1184, que las exequias eclesiásticas pueden ser negadas "a pecadores manifiestos, a los que no se les puede conceder las exequias sin el escándalo público de los fieles". ¿Franco puede ser considerado un pecador por los miles de asesinatos que cometió su gobierno? El derecho canónico también especifica que, en caso de duda, se debe consultar el obispo y atenerse a sus disposicions.

Por qué España es tan diferente?

"La tumba [el Valle de los Caídos] es un símbolo de la pervivencia del franquismo en la vida pública española y se conecta estrechamente con la continuidad de la impunidad para las atrocidades cometidas durante el mandato de Franco, garantizada por la ley de amnistía de 1977 ", dice la profesora de derecho internacional de la UB Rosa Ana Alija Fernández en La muerte del verdugo. Reflexiones interdisciplinarias sobre el cadáver de los criminales de masa (Ed. Miño y Dávila).

Sacar a Franco del Valle para colocarlo en otro espacio público, una catedral, no eliminaría el símbolo. "Si la figura del verdugo sobrevive en el presente y ocupa espacio público, parasita la construcción de una democracia -explica Garibian-. ¿Si continúa presente se puede hablar realmente de Transición? ¿Qué significa entonces transitar?". Para Garibai, la única alternativa es enterrar a Franco en un espacio privado: "En una democracia, sería la respuesta más digna para todos", concluye.

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