Homenaje a Joaquín Serra

Peces Històriques Triades Per Josep Maria CasasúsSe ha producido una atmósfera cordial estos días en el Palacio de la Música a propósito del homenaje al compositor Joaquín Serra. Es uno de nuestros músicos más distinguidos y, sin duda alguna, el más modesto. Su biografía podría hacerse a base de los numerosos premios que ha ganado con partituras de diversos géneros, especialmente las de esencia popular. Serra es autor de cerca de medio centenar de sardanas y otras piezas para cobla, un número crecido de canciones y muchas obras sinfónicas y de cámara y para ballets. Quien no conoce esta música le será difícil imaginar el sutil refinamiento con que está escrita, la perfección técnica de su trazo y la riqueza de su instrumentación, tanto si el autor ha escogido la típica cobla como si se ha valido de los múltiples recursos de la orquesta sinfónica. Serra es un verdadero estilista y cualquier página de sus partituras es un modelo de habilidad y pulcritud de escritura. De él no conocemos su obra más importante: el ballet Inés de Castro, que la bailarina y coreógrafa Ana Ricarda le encargó, estrenándolo la compañía del Marqués de Cuevas en varias capitales europeas. Inés de Castro ha triunfado en todas partes y ha proporcionado a nuestro amigo un nombre entre los actuales compositores de ballet. El homenaje a Joaquín Serra por su triunfo internacional era obligado. La Obra del Ballet Popular, que lo organizó, consiguió agrupar en el Palacio de la Música una serie buenos intérpretes, que ofrecieron tres aspectos característicos de la personalidad del músico. Las coblas Barcelona y Emporium programaron algunas de sus bellas sardanas y, juntas, bajo la dirección del maestro Moreno Pallí, el boceto sinfónico La fira. La soprano Pura Gómez, acompañada por Luis Molins, cantó seis canciones, dos en primera audición, especialmente emotivas. Finalmente, los Esbarts Verdaguer, Montserrat y el que ha formado el Orfeó Gracienc, se sumaron al acto con algunas escenificaciones llenas de carácter y elegancia popular. El escritor Juan Alavedra pronunció, al iniciarse la segunda parte, unas palabras henchidas de emoción evocadora, alusivas a la musicalidad y a los éxitos de Joaquín Serra, que fueron muy aplaudidas. El compositor recibió una interminable y cálida ovación […].