Luis Carandell 1982
15/07/2018

El Mundial de Fútbol. La guerra de los sexos

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El Mundial de Fútbol.  La guerra de los sexos

Peces Històriques Triades Per Josep Maria CasasúsHe leído que un alemán que estaba viendo por televisión uno de los partidos del Mundial tiró a su mujer por la ventana cuando ella se empeñó en cambiar de cadena para ver una película. El Mundial de Fútbol está dando ocasión a un recrudecimiento de lo que se llama “la guerra de los sexos”. No es que se pueda dividir la población del mundo entre aficionados y no aficionados al fútbol como se divide en hombres y mujeres. No son pocos los hombres a los cuales el fútbol no les gusta, y en los estadios es frecuente ver mujeres apasionadas por el juego. Pero no es inexacto decir que el fútbol es un deporte mayoritariamente masculino, quizá porque está pensado como un simulacro de la guerra, y las belicosas pasiones que despierta convierten fácilmente los partidos en batallas campales que se extienden a los graderíos. En este Mundial de Fútbol se ve bien claramente la existencia de esa “frontera sexual” que hace aparecer a las mujeres, en su inmensa mayoría, indiferentes al magno espectáculo que la mayor parte de los hombres sigue con pasión. Quizá algún psicólogo podría explicar esto diciendo que el gol es la exaltación orgiástica de la virilidad. […] El Mundial está siendo en cierto aspecto una “prueba” para las relaciones entre los sexos, una ocasión constante de reproche femenino ante el hecho de que el hombre parece inexorablemente dispuesto a presenciar, en el campo o ante el televisor, cincuenta y cuatro partidos de fútbol a un ritmo de dos por día más el resumen de la jornada con que la televisión le obsequia. Yo no sé si el ministro Fernández Ordóñez tuvo en cuenta la proximidad del Mundial de Fútbol cuando redactó la Ley del Divorcio. Lo cierto es que no hemos nada más que empezar el campeonato y ya llegan noticias perturbadoras de la paz en las familias. […] El hombre al cual no le gusta el fútbol es hoy afortunado. Decía el otro día un ligón madrileño: “¿Te imaginas la cantidad de mujeres sueltas que va a haber por las calles estos días? A mi no me gusta el fútbol y pienso ponerme las botas”. Algo de cierto hay en ello. […] Yo mismo mantuve el otro día la prueba fehaciente de las perturbaciones familiares que son consecuencia del fútbol. […] Encontré a la puerta del Nou Camp, a una novia con traje de encaje blanco y velo de tul. Había ido allí porqué el novio la había dejado plantada en la Iglesia. A la hora de la ceremonia, que tenía que celebrarse en Santa María del Mar, se presentó un amigo del novio diciendo que José Luis se ha ido al fútbol y no se casa. Se desmayaron las madres y a la novia se le ocurrió ir al campo para llamar al novio infiel, infiel por el fútbol, por los micrófonos. No sé como terminó el caso, pero María del Carmen, así se llamaba la novia, fue la primera y madrugadora víctima de este Mundial.

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