‘sempronio’ 1959
26/07/2019

Pedro Pruna, en el andamio

2 min
Pedro Pruna, en el andamio

Peces Històriques Triades Per Josep Maria Casasús[...]

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Lleva dos años prácticamente encerrado en esta iglesia de la Bonanova. De vez en cuando, se va a pasar un par de días a Sitges, a hacer provisión de aire y de sol. Fugas breves, que le permiten volver a la carga con mayor ímpetu. -José Maria Sert, que me quería mucho -cuenta Pruna-, me dijo cierta vez que yo sería su sucesor, anunciándome que estaba predestinado a decorar iglesias. Y he aquí que cuando había ya olvidado la predicción, se me presentó don Fernando Rubio y puso en mis manos una iglesia, dejándome en entera libertad para restaurarla y pintarla. / La iglesia se encuentra en la calle de Ganduxer y pertenece a las Reverendas Madres Reparadoras. Está dedicada a la Eucaristía, lo que satisfizo enormemente a Pruna, pues le ha planteado una serie de dificultades en orden a decoración. Las ideas no eran fáciles. Sólo en el coro, el pintor se ha acogido al comodín de un grupo, de un bello grupo de ángeles músicos. En el resto del templo dominan los motivos estrictamente teológicos. […] -Ya veréis, cuando coloquemos el rosetón -anuncia Pruna-. Ha calculado que los rayos del sol poniente, a través de los cristales, empurpurarán y dorarán el altar mayor. ¡El efecto será magnífico! […] -He tenido que partir, naturalmente, de lo ya existente, que era la estructura -explica-. Pero después he operado con absoluta libertad, ateniéndome solamente a la divina proporción, a la sección oro, a las reglas pitagóricas y a todos aquellos preceptos que son la esencia del arte. Trabajo de artista, el de Pruna, y a la vez de artesano. Como los constructores de iglesias de tiempos remotos, lo ejecuta todo con la ayuda de un puñado de fieles operarios. Se ha pasado semanas enteras encaramado en los andamios, en posiciones absurdas y violentas, salvando los múltiples escollos que presenta la pintura al fresco de superficies cóncavas. Ha pintado, ha enmendado, ha vuelto a enmendar, jamás satisfecho de su obra… No baja del andamio ni para comer, pues él y sus colaboradores cocinan someramente, sobre el terreno. Y, por la noche, tan metido está en “su” iglesia, que al salir de ella, no sintiéndose con fuerzas para afrontar las mundanas luces de la ciudad, se buscó cama en una vivienda de las inmediaciones. -Los días que paso en Sitges -puntualiza- los dedico a preparar mi exposición de esta primavera. Exclusivamente, naturalezas muertas. […]

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