Primera entrada de Carlos VII en España
Peces Històriques Triades Per Josep Maria Casasús[...]
El 5 de julio de 1869 se presentó Carlos VII en la frontera, procedente de París, desde donde le acompañaba don Rafael de Plandolit de Targarono, secretario de don Martín de Riquer. El motivo del viaje era ponerse el rey al frente del levantamiento de Cataluña, que mi bisabuelo creía inminente y fracasó en seguida. […] Copio del memorial de mi bisabuelo la narración del hecho: “Frustrado el movimiento y no habiendo por lo tanto dado el resultado que se apetecía, determinó V.M. regresar a París, pero antes de dicho regreso manifestó su firme propósito de querer pisar el suelo de vuestra querida España, ordenando al efecto al exponente (don Martín de Riquer) que combinase y organizase una expedición en territorio de la provincia de Gerona. […] Decidido resueltamente a derramar hasta la última gota de su sangre para salvar los peligros de cualquier especie que pudiese amenazar la preciosa vida de V.M., combinó el exponente un movimiento en la noche del 10 al 11 de julio, que permitió efectuar la salida del Tech para llegar, burlando la vigilancia de la policía francesa, a Amélie-les-Bains en la madrugada del 11 y salir, como salió, de incógnito toda la comitiva, aparentando una romería y comida de campo en España, […] Entramos por la parte de Montalbá, en pleno día, frente al castillo de San Fernando de Figueras, que era el punto menos escrupulosamente vigilado por el enemigo, confiado sin duda en dicha fortaleza. […] El hecho culminante de aquella jornada, fue la indescriptible alegría que experimentó V.M. en el momento de pisar por primera vez el suelo de vuestra querida España, llevando puestas en aquel momento dos prendas esencialmente catalanas, el tradicional gorro y la característica faja, […]” He aquí cómo describe mi bisabuelo lo que hizo el rey cuando se le hubo señalado el terreno donde comenzaba España: “Echó a correr el Señor, y todos tras él, y parándose de repente en su territorio y desde donde se descubría un magnífico e impresionante panorama, tira al aire con toda su fuerza el gorro catalán para saludar a sus queridos catalanes, dando el grito aterrador de ¡Viva España!, sobre cuyo suelo se postró de rodillas, besándolo como si lo hiciera con una reliquia la más sagrada. A su grito de ¡Viva España! contestaron todos con el de ¡Viva el Rey Don Carlos VII!… Comieron todos con la mayor alegría y tranquilidad bajo unas pequeñas encinas... Concluida la comida, en la que hubo brindis, el Rey saludó a su querida España, de la que con tanto sentimiento se despedía, disparando los seis tiros de su revólver, contestando con los suyos Tristany, Benavent (don Martín de Riquer) y Vollecerrato.” Finalmente, séame permitido añadir que el gorro catalán, o sea la “barretina”, que llevó Don Carlos en aquella ocasión, procedía de Olot, adonde envió mi bisabuelo un enlace para comprarla. […]
