‘Ronda de mort a Sinera’ en el Infanta Beatriz

Peces Històriques Triades Per Josep Maria CasasúsUna ovación fulminante, que se prolongó durante algunos minutos, premió el espectáculo montado por Ricard Salvat al hilo de textos narrativos, poéticos y dramáticos de Salvador Espriu, realizado por la Escuela de Arte Dramático “Adrià Gual”. Se trata de la organización teatral de materiales diversos, a la manera de lo que hizo el “Berliner Ensemble” con algunas producciones de Bertold Brecht. Lo lírico, lo mímico, lo pantomímico, lo humorístico, lo dramático y lo coral es lo que va encontrando la figura unificadora de Salom de Sinera, guiado por Ariadna a través del recuerdo. Salom-Teseo atraviesa las diversas estancias del laberinto poliforme, y ante él van surgiendo personajes varios que la Muerte, seguida por un siniestro basurero, va llevándose. […] El triste lamento de Salom ante la crueldad de su patria y su fidelidad a ella: “…y amo, además, con un desesperado dolor -esta mi pobre, sucia, triste, desgraciada patria” (ovación impresionante, entre gritos de emoción); el curioso procedimiento del psiquiatra Crisanto, que dice a cada uno de sus pacientes: “tú eres el mejor”; […] La Escuela de Arte Dramático “Adrià Gual” puede ciertamente enorgullecerse del espectáculo que ha presentado. Un acento épico y ritual traspasa las distintas vértebras de este gran “corpus” salvado para el teatro. Quizá en el suceso mimado de la Reina Esther hubo exceso de realismo puntilloso. Aparte de esto, me pareció todo perfecto. La última pieza en catalán que se había estrenado en Madrid fue de Guimerà, en 1902. El estreno del miércoles es, por tanto, insólito. La obra fue presentada como experimento; pero entraría muy bien en el área comercial si fuese traducida al castellano. La belleza, la gracia, la potencia lírica, la angustia dramática, el gran teatro que vimos precisa de moldes lingüísticos nacionales. Por lo menos, le convienen. Ricard Salvat, obligado por los aplausos y los bravos, pronunció unas palabras refiriéndose al diálogo entre todas las tierras de España. Quiero añadir que el Infanta Beatriz estaba repleto, como pocas veces he visto un teatro. A la representación asistieron numerosas personalidades, entre ellas el ministro de Información y Turismo [Manuel Fraga Iribarne] y el director general de Cinematografía y Teatro [José María García Escudero].