El pop escenificado con alta tecnología
Peces Històriques Triades Per Josep Maria Casasús[...]
El grandioso circo de Michael Jackson plantó por fin su carpa metálica en el Camp Nou y el largamente promocionado acontecimiento es ya historia. Ahora que ya se ha visto, muchos observadores se preguntarán si merecía realmente tanta trompetería previa, y la respuesta, por supuesto, está en el criterio de cada espectador. Para cualquier valoración crítica conviene fijar el espectáculo en su marco concreto: no es meramente un concierto, aunque hay música permanente, y no es tampoco un recital de canciones a pesar de la preeminente presencia protagonística de un cantante. Visto globalmente, es más bien un “musical” de prestigio, a la americana, con coreografías, coros, luces llamativas, humaredas, truenos y llamaradas, cambios de trajes de lentejuelas fulgurantes, sombras chinescas, malabarismos, gags sorpresivos, y todo ello envuelto en un movimiento de ritmo trepidante y en luces de sugestivos coloridos. […] Lo que más tiene de decisivo esta experiencia jacksoniana es la demostración de cómo la canción pop puede estimular la imaginación para forjar un superespectáculo audiovisual de semejante magnitud, en cuya ejecución han debido colaborar talentos de muy amplia gama de especialidades. A partir de Michael Jackson, la pop song como género se ha abierto definitivamente a la proyección teatral y, por ampliación, también a la cinematográfica, sobre todo por el cariz estético que da el propio Michael Jackson que, en su interpretación, se ciñe estrechamente a los patrones que él mismo ha desarrollado en el campo del videoclip. Ciertamente, en la misma medida en que su histórica marca mundial de ventas de su Thriller se debió a la masiva proyección de su videoclip, el sistema videoclip como medio de comunicación le debe mucho a Michael Jackson. En estrecha relación con estos hechos, la profusión de Michael Jackson en los clips que acceden continuamente a las pantallas domésticas de televisión explica el contingente mayoritario del segmento anterior a los “teenagers”, o sea de menos de 13 años, entre los fans de Michael Jackson. En efecto, para esta generación ultrajoven, la pantalla de la tele hogareña es la ventana principal para asomarse al mundo de la música popular y a través de ella es Michael Jackson una figura popular de las más llamativas. Esto explica la venta masiva de sus discos (sabido es que esta franja de la población es la que más consume los discos de moda, que se los hace regalar a sus deudos) y la abundancia de gente jovencísima en el concierto de anoche en el Camp Nou, como la hubo hace días en Marbella y en Madrid, y como ha ocurrido asimismo en los demás conciertos europeos de la presente gira. Michael Jackson, o sus mentores, conocen muy bien este factor de popularidad y obviamente lo cultivan con sumo cuidado en este montaje escénico, que tiene todo el brillo astutamente ingenuo de un producto de Walt Disney. […]
