Turquía amenaza con acciones legales contra el semanario 'Charlie Hebdo'

El semanario publica una caricatura de Erdogan, que ha acusado a Emmanuel Macron de islamófobo

Ara
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Portada del setmanari Charlie Hebdo, que ha provocat la ira d'Erdogan

BarcelonaLa tensión entro en Ankara y París continúa creciendo. Turquía ha prometido emprender acciones legales contra la revista satírica francesa Charlie Hebdo, después de que haya publicado una caricatura del presidente, Recep Tayyip Erdogan, mientras levanta el vestido a una mujer dejando que se le vea el culo. Los medios turcos han informado este miércoles de que la Fiscalía del país ha iniciado una investigación oficial sobre la publicación.

La crisis entre Francia y Turquía se ha agravado después de que Emmanuel Macron se comprometiera a adoptar una postura más dura contra el islam radical. Macron reaccionaba así al asesinato del profesor que mostró a los alumnos de su clase las caricaturas de Charlie Hebdo sobre Mahoma para hablar de la libertad de expresión.

Erdogan, que también ha iniciado acciones legales contra un diputado antiislam de los Países Bajos por otra viñeta, pidió a los turcos que boicotearan los productos franceses y aseguró que Macron necesita someterse a terapia. En concreto, el pasado sábado Erdogan se dirigió a su homólogo francés durante un discurso en la ciudad de Kayseri, en el corazón de Turquía, en los siguientes términos: "¿Qué problema tiene Macron con el islam? ¿Qué problema tiene con los musulmanes? Macron necesita hacer terapia".

La salida de tono de Erdogan se habría podido quedar en una anécdota más de la conocida y creciente mala relación entre los dos mandatarios –con inacabables frentes abiertos–, o del lenguaje agresivo que a menudo utiliza el político turco. Pero dos días después, el lunes, Erdogan –ya erigido en líder del movimiento– animaba a castigar a Francia boicoteando sus productos, y acusaba al presidente francés de "islamófobo".

La disputa y el llamamiento de Erdogan han tenido repercusiones a escala internacional. Ha provocado boicots y protestas contra Francia en varios países de mayoría musulmana, incluidos Bangladesh, Kuwait, Jordania y Libia. En cierta forma, sin llegar a unas consecuencias tan graves como entonces, el episodio evoca los disturbios que se desataron en el mundo musulmán cuando en 1989 se publicó la novela de Salman Rushdie Los versos satánicos y el ayatolá Ali Khamenei decretó una fatua, a principios de 1990, contra el escritor angloindio.

“No renunciaremos a las caricaturas”, proclamó Macron –invocando el derecho a la libertad de expresión– durante la sentida ceremonia de estado en honor de Paty de la semana pasada en la Universidad de la Sorbona, en París. "Defenderemos el laicismo. Y la libertad que tú [Samuel Paty] sabías enseñar tan bien. No renunciaremos a las caricaturas ni a las ilustraciones".

Las representaciones del profeta Mahoma son ampliamente consideradas tabú por el mundo islámico y ofensivas para los musulmanes. Pero el laicismo estatal es fundamental para la identidad nacional y los valores de la Francia republicana. Limitar la libertad de expresión para proteger los sentimientos de una comunidad en particular socava la unidad y los principios fundacionales del Estado.

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