Los efectos del regreso del mayor al frente del cuerpo

Trapero tendrá que afrontar varias cuestiones tanto internas como externas

Pau Esparch
3 min
El major dels Mossos Josep Lluís Trapero durant un Dia de les Esquadres.

BarcelonaEl regreso del mayor Josep Lluís Trapero al frente de los Mossos d'Esquadra tiene unos efectos en la estructura del cuerpo que se abordarán los próximos días. Cinco preguntas que Trapero tendrá que afrontar, cuestiones que repercuten en el funcionamiento tanto interno como externo del cuerpo.

¿Cuál será el futuro de Sallent?

No está claro cuál será el destino del hasta ahora comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent. Trapero tiene la potestad de escoger qué lugar ocupa. Antes de ser el jefe de la policía catalana, Sallent había liderado la Comisaría General de Información, dedicada a la lucha antiterrorista. Como jefe de los Mossos, Sallent ha gestionado, entre otros hechos, las protestas y los disturbios de hace un año por la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes independentistas. En una entrevista a TV3, el conseller de Interior, Miquel Sàmper, ha alegado que la salida de Sallent no es "ninguna destitución" porque con Trapero se ha hecho una "restitución".

¿Cómo afecta el cambio a los mandos?

Al margen de aclarar el destino de Sallent, se da por hecho que Trapero también revisará la cúpula de los Mossos. En su última etapa como jefe del cuerpo el mayor tenía como números dos y tres a los comisarios Ferran López y Joan Carles Molinero, respectivamente. Se tendrá que ver, además, qué pasa con la remodelación de la estructura organizativa de los Mossos que presentó a finales de julio el entonces conseller de Interior, Miquel Buch. Lo hizo junto a Sallent, que se preveía que continuara al frente del organigrama pero con un cambio: desaparecía la Jefatura y se convertía en una Dirección Operativa de la Policía.

¿Cuáles pueden ser los problemas de seguridad?

Las manchas de pintura de color rojo en la fachada del Palau de la Generalitat sumadas a los disturbios de hace dos semanas en el centro de Barcelona son indicadores que apuntan a un escenario de protestas en la calle. Los problemas de seguridad que Trapero se encontrará seguramente estarán vinculados con el orden público, los desahucios y el nuevo comportamiento de la delincuencia por el impacto de la pandemia del covid-19, que de entrada rompió con la tendencia al alza de los delitos, que ahora ya están adaptados a la nueva realidad.

¿Qué polémicas hay con la plantilla?

A pesar de que han entrado nuevas promociones de Mossos desde que Trapero dejó de liderar la policía catalana, el cuerpo todavía arrastra una falta de efectivos. Entre las polémicas abiertas con la plantilla, la última ha llegado por una intervención el miércoles del conseller Sàmper en el Parlament en la que manifestó la voluntad de que los servicios jurídicos de Interior dejen de acusar a manifestantes por atentado a los agentes de la autoridad o desobediencia y se limiten a hacerlo por lesiones solo si hay agentes heridos. Una intención que ya ha puesto en pie de guerra a los sindicatos.

¿Cómo será la relación con los otros cuerpos?

El juicio en la Audiencia Nacional por el dispositivo del 1-O ha evidenciado las diferencias de Trapero con el entonces director del gabinete de coordinación y estudios de la secretaría de estado de Seguridad, Diego Pérez de los Cobos, así como los recelos con la instrucción de la causa que hizo la Guardia Civil. Se tendrá que ver si el regreso del mayor afecta de alguna manera a las relaciones de los Mossos con los otros cuerpos.

stats