¿Partidos o caciques?
De Miquel dels Sants Oliver (Campanet, Mallorca, 1864 - Barcelona, 1920) a Diario de Barcelona (11-II-1905). Els observadors periodístics de fa més de cent anys veien un panorama polític no gaire diferent del d’ara.
Peces Històriques Triades Per Josep Maria CasasúsSe observa actualmente en la vida política, y más en vísperas de elecciones, cierta tendencia a la reconstitución de los partidos, a los cuales el desastre nacional y la muerte de Cánovas y Sagasta dejaron cuarteados y maltrechos. [...] Parece que en esta materia estamos bajo el imperio de un equívoco que conviene despejar para siempre y que es preciso formular en toda su desnudez: ¿Se trata de reorganizar los partidos políticos o de restaurar el caciquismo? […] Hay algo más temible que la carencia de partidos bien organizados, y es la existencia de partidos organizados sin otro objetivo íntimo que el monopolio de la influencia social. Yo he tenido ocasión de observar y estudiar, durante largo período, en una importante comarca española, los efectos locales de semejante organización. La omnipotencia de sus directores la llevó al más alto grado de perfección y de acometividad. Disponían en la capital de la provincia de la estampilla del Gobierno civil, en Madrid de la estampilla ministerial. Lo tenían todo acotado, vedado, sujeto; trasladaban jueces, trasladaban fiscales y magistrados, se ingerían en la justicia, en la vida privada, en la esfera doméstica, en las sociedades y organismos no políticos. […] Teníamos las apariencias, los bastidores y las bambalinas de un Estado moderno, esto es, de un estado de derecho, en el cual toda la vida viene regulada por normas jurídicas; pero no teníamos nada más que estas apariencias, bastidores y bambalinas, indispensables para el buen éxito de la tragicomedia. El principio teórico se subvertía en cada caso concreto, y los brillantes apotegmas de derecho constitucional, al pasar por las retortas del caciquismo, salían transformados en burla y sarcasmo. […] Los escrúpulos eran mal lastre para navegar en el partido y convenía arrojarlos por la borda. […] ¿De qué se han nutrido en muchos años las esperanzas revolucionarias, sino de las irritaciones causadas por la arbitrariedad del poder, dirigido y desviado por el caciquismo? Fortalecer de nuevo el caciquismo, sería fortalecer el impulso revolucionario. […]