Prat de la Riba y los funcionarios (1971)
Peces històriques triades per Josep Maria Casasús
De J.M. Pi i Sunyer (S. Nicolás, Argentina, 1889 - Barcelona, 1984) a Destino (28-VIII-1971). El president Prat de la Riba (Castellterçol, 1870-1917) volia una administració digna per fer atractiva a tothom l’emancipació nacional. Emmirallat en Alemanya i França fomentava, en contra del tarannà català, vocacions de funcionari, començant per secretaris municipals.
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AEnric Prat de la Riba, presidente de la Mancomunitat de Catalunya, le atraía sobremanera la Administración pública. Esto explica que en el programa de las oposiciones a dos codiciadas plazas de oficial letrado de la Diputación (el estudio desmesurado me produjo una gastralgia, que he arrastrado toda la vida) indujera una serie de temas sobre las universidades alemanas, de las que yo he sido también un entusiasta, sobre todo de la Facultad de Derecho de Berlín de mitad del siglo XIX. […] Prat, a las 9.30 de la mañana estaba en su despacho a la izquierda del Salón de San Jorge mirando a la plaza de San Jaime. Generalmente llegaba con su secretario particular, Ramón Cunill, que después lo fue de Puig i Cadafalch, con cuya hija se casó. Raramente llamaba a los funcionarios para despachar con ellos, y si lo hacía, solía convocar a los jefes de sección. Yo gané las oposiciones en segundo lugar. Manuel Reventós Bordoy fue votado para la primera vacante. Me mandaron a Hacienda no sé por qué, toda vez que el hacendista era Reventós. Supongo debió ser cosa del secretario general, señor Janer, […] Prat no presionaba nunca a los funcionarios. Le atraían. Decía siempre que el Estado moderno ha sido posible gracias a los ejércitos permanentes y a los funcionarios públicos. Por ello, entre la obra realizada por él, ha de destacarse la creación de la Escola de Funcionaris. Las bases las instrumentó Manuel Reventós tomando por modelo la escuela de Düsseldorf. Prat nombró director a Isidro Lloret, jefe de la sección de Gobernación del Ayuntamiento. […] Organizó con el presidente las “Semanas municipales” celebradas a primeros de julio. Recuerdo aquellos calores, porque a las sesiones inaugurales y de clausura íbamos de jaqué y sombrero de copa. Yo fui secretario de la escuela varios años. Explicaba la asignatura de “Procedimientos administrativos”, que me sirvió años más tarde para las oposiciones a cátedras universitarias. Estas semanas eran actos políticos, pues se congregaba todo el municipalismo de Cataluña. […] Reventós y Vidal i Guardiola habían estudiado en Berlín. Eran los dos economistas de la escuela: dos talentos. Reventós murió joven. A pesar de ser un formidable médico en tuberculosis, su hermano Cinto Reventós no lo supo curar. Vidal i Guardiola era el jefe de la sección de Hacienda del Ayuntamiento. Tenía una capacidad de trabajo inusitada. Cuando Calvo Sotelo nos llamó a él y a mí para que formáramos parte de la comisión que redactó el Estatuto Municipal de 1924, se hizo dueño de la junta en dos sesiones. Tenía una formidable atracción personal, dominaba tres o cuatro lenguas y cuando no sabía una cosa, la inventaba. De la Escola de Funcionaris se ha hablado menos de lo merecido. Su labor fue intensa y Prat estuvo en toda ocasión a su lado.