Rafael Calvo Serer 1968

Retirarse a tiempo. No al general De Gaulle

Peces Històriques Triades Per Josep Maria CasasúsSi estamos o no en los comienzos de una nueva Revolución francesa el tiempo lo dirá. Pero lo que ha quedado claro es la incompatibilidad de un Gobierno personal o autoritario con las estructuras de la sociedad industrial y con la mentalidad democrática de nuestra época en el contexto del mundo libre. Aun en los mismos regímenes socialistas del Este, el culto a la personalidad, característico del período staliniano, ha tenido que desaparecer. Tampoco el recuerdo de figuras como la de Hitler y Mussolini ha logrado revestirse de leyenda que hizo perdurable la gloria de Napoleón. […] El régimen más o menos autoritario de De Gaulle se encuentra ahora con que ha acumulado todas las desventajas y los inconvenientes de los autócratas. […] Son demasiados los actos personales de Gobierno ejecutados por el general para que ahora, en unos días, semanas o meses, pueda rectificar con medidas de emergencia. […] La primavera de 1968 nos ha traído una avalancha de noticias que se suceden sin dar tiempo a asimilarlas. A la renuncia del presidente Johnson ha seguido el asesinato de Lutero King, el atentado contra Dutschke, las manifestaciones estudiantiles en toda Alemania, el ensayo de la libertad en Praga, las conversaciones sobre el Vietnam, sin interrupción de los bombardeos, y ahora la acción de los estudiantes, los sindicatos y las izquierdas contra De Gaulle. Todos estos acontecimientos, especialmente los franceses, inducen a la reflexión. España mantiene una semejanza de situaciones sociales y políticas con el vecino país. Si a Francia se le presenta el problema de la sucesión de De Gaulle y del régimen de la V República, también con especiales características está planteado en España. Mientras el general francés ha realizado una política exterior izquierdista, pero conservadora en el interior, la política exterior española ha sido de otro signo y en el interior está por hacer la reforma de las estructuras económicas y sociales. Si el movimiento universitario y el obrero son de oposición radical al régimen personal de De Gaulle por la falta de participación de los gobernados en los niveles económico, social y político, los españoles no hemos resuelto la plena participación democrática, cuando, según las leyes, se dan por terminados los períodos totalitario y autoritario del régimen. […]