Enric Morera: la vigorosa espontaneidad

Peces històriques triades per Josep Maria CasasúsLa personalidad de Enrique Morera es una de las más vigorosas que ha dado el país. Morera, autor de medio centenar de partituras para la escena, numerosas obras sinfónicas y poemas corales, continúa inolvidado gracias a la lozanía y la originalidad de sus sardanas, 56 para cobla y un número más reducido, pero de un carácter aún más personal, para coro. El compositor nació en Barcelona el 22 de mayo de 1865: la fecha precisa en que, medio siglo antes Wagner nacía en Leipzig. La música del postromanticismo germano marcó esencialmente la formación temperamental del artista, que compuso la mayor parte de su obra imbuido del credo wagneriano, ávido de asimilar sus constantes líricas y su original construcción sonora. […] Al margen de si se ha hecho o no justicia con las obras sinfónicas y para el teatro de Morera, la realidad es que su permanencia en los programas de los conciertos ha sido siempre difícil y forzada, mientras sus radiantes sardanas no han necesitado ningún estímulo especial para mantenerse en un siempre creciente nivel de estima y popularidad. La razón de esta vigencia constante de las sardanas de Morera es una consecuencia de la sana y libre despreocupación con que fueron escritas, sin pensar en precisiones de estilo. Davant la Verge, Planyívola, La nit de l’amor, La Santa Espina y tantas otras son una muestra de cómo el compositor llegó a vitalizar una tradición que mantenida hasta entonces por músicos de escasa formación técnica encontró en la facilidad de escritura de Morera la oportunidad de perpetuarse sin pérdida de sus esencias expresadas con un lenguaje vivo, directo y natural. Aún es un ejemplo más convincente de esta sincera adopción de la lírica popular al tríptico coral formado por Les fulles seques, La sardana de les monges y L’Empordà, valorado por los textos de Guimerá y Maragall. En estos tres poemas, el sentido descriptivo y la riqueza armónica ya no son los de un arte menor o costumbrista y sin embargo sitúan perfectamente a Morera entre los compositores que más directamente supieron traducir el sentimiento popular.