Peces Històriques Triades Per Josep Maria CasasúsDe l’article de Jordi Maragall (Barcelona, 1911-1999) a Destino (2-V-1970) sobre el filòsof Joaquim Xirau (Figueres, 1895 - Mèxic, 1946), amb qui havia col·laborat a la Universitat Autònoma republicana i a l’Escola de Bibliotecàries. Avui fa 75 anys de la mort a l’exili de Joaquim Xirau, hereu com Jordi Maragall d’una sòlida tradició intel·lectual.
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En Obelisco 14 de Madrid, sede de la Institución Libre de Enseñanza, la sobriedad era ostensible y la sonrisa de benevolencia previa con que Manuel Bartolomé Cossío nos recibía, también. Aquello ya nos hacía pensar en una fotografía colgada en el despacho de nuestro padre, en San Gervasio, de Barcelona, en la que don Francisco Giner aparecía sentado en un taburete plegable, en los jardines de la Casa de Campo o en la Sierra, partiendo un huevo duro, encorvado, calvo, solitario y meditativo, con su barba blanca y todo él plegado sobre sí mismo como un niño en el seno materno. Nuestra visita era un poco forzada por lo imprevista. Joaquim Xirau nos dijo, antes de salir de Barcelona, que no podíamos dejar de visitarle. Y fuimos con el precario bagaje del énfasis de Xirau en su recomendación, la fotografía de don Francisco y los volúmenes de El Greco, de Cossío, dedicados a nuestro padre que habíamos ojeado en Barcelona. Por aquellos días no habíamos hablado apenas con Josep Pijoan para saber más de la Institución, ni habíamos leído su libro Mi don Francisco Giner que apareció al cabo de pocos años. Éramos jóvenes y salíamos por primera vez del cascarón de nuestra Barcelona. Era en 1929. Todo esto lo recuerdo ahora, al leer el libro recién editado en España que Joaquim Xirau dedicó a Manuel Bartolomé Cossío. […] Al leer las páginas de Xirau hallo continuas referencias al humanismo integral y al racionalismo armónico procedente del krausismo (próximos, según presumo, a la filosofía del sentido común de Xavier Llorens i Barba). Se debaten fundamentalmente los problemas de la educación en España, lo cual hace inevitable establecer cotejos con los momentos presentes en los que se ventilan diariamente en la prensa y en los presupuestos los criterios y las inversiones en materia de educación. […] Han pasado más de cuarenta años desde que entramos en aquel recinto de la Institución y más de sesenta desde que Joan Maragall escribiera aquellos artículos, La levadura yEl maestro, que eran como una invitación a Francisco Giner de los Ríos a investirse de la figura simbólica del maestro que arrastrase a todos los pueblos españoles hacia una apasionada labor educadora. En esto estaban todos de acuerdo: el problema de España era un problema de Educación, así con mayúscula. Xirau nos lo recuerda en su libro o en México, en los primeros años de la década del cuarenta. […] Joaquim Xirau reaparece ahora en España con ese libro en recuerdo de Manuel Bartolomé Cossío. De Xirau escuché a mis 18 años las primeras y significativas palabras sobre los hombres de la Institución Libre de Enseñanza. […] Ya es hora de que, sin complejos ni afectaciones, vayamos redescubriendo los hombres de nuestro pasado, Joaquim Xirau incluido, que por fortuna han hecho posible en España la pervivencia de una humanidad capaz de enfrentarse con el futuro.
