Antonio Fernández-cid 1964
21/11/2018

Montserrat Caballé canta su “adiós a la vida de soltera” (1964)

2 min
Montserrat Caballé canta su “adiós a la vida de soltera” (1964)

Peces Històriques Triades Per Josep Maria Casasús[...]

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El Festival Internacional de Música de Santander, por el número y calidad de sus programas, justifica la concentración de aficionados y el interés en torno a las pruebas. […] El propósito ahora es de concreta noticia sobre un concierto singular por muchos motivos: la calidad, el éxito, la circunstancia. Se trataba de un recital de la soprano Montserrat Caballé, acompañada por ese gran pianista, sensible y dueño de inatacable musicalidad, que es Miguel Zanetti. En el marco propicio, ideal para sesiones de este carácter, del claustro de la catedral. […] Será difícil encontrar hoy, por todo el orbe lírico un más idóneo instrumento como la voz de la gran soprano barcelonesa: el color del timbre, la extensión, la dulzura que no impide la tensión dramática, el temperamento, el tipo de expresión, la técnica muy rica, la aptitud para el filado y, por fin, el prodigio de un extraordinario “fiato”, forman la serie de virtudes que, unidas, confieren jerarquía y derivan el aplauso unánime y fervoroso. Lo tuvo Montserrat Caballé entusiástico, como rúbrica de los once “lieders”. [….] Hay en Montserrat Caballé un raro poder de seducción. Nace de la realidad de una voz en plenitud y una entrega sin reservas. Cuando una artista con calidad y medios derrocha uno y otros del principio al fin de sus recitales, surge la consecuencia inmediata: que el público lo comprende y lo agradece, que aplaude con todas sus fuerzas y retribuye así el esfuerzo y los merecimientos. No es aventurado pensar, además, que en este recital puso toda su alma de artista. Montserrat Caballé cantaba su, llamésmole, “adiós a la vida de soltera”. Dentro de unos días, casi de unas horas, contraerá matrimonio ante la Virgen “moreneta” de Montserrat. Liga su existencia a la de otro joven cantante, el tenor Bernabé Martí, con el que hace un año interpretó por vez primera el dúo de amor de Madame Butterfly. Dúo, pues, que tuvo consecuencias sentimentales, que se prolongarán en la escena y el hogar. Montserrat se despidió del actual estado. Fresco el eco de los aplausos, camino de Cataluña, trazó la espiritual línea divisoria. El matrimonio, por fortuna, en nada cortará el desempeño profesional. Formulo votos-los formulamos todos: aficionados, amigos, admiradores- porque sigan los éxitos. Y que éste, último, sea el mejor regalo en el que sin firmas participan cuantos juzgan a Montserrat Caballé continuadora dignísima de las mejores tradiciones ideales de España.

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