ABANS D’ARA
Efímers 30/07/2015

La matanza del cerdo

Vázquez Montalbán (Barcelona, 1939 - Bangkok, 2003) a Triunfo (4-I-1975). Fa 71 anys moria l’autor d’El Petit Príncep, una obra que ha dut moltes generacions a retrobar la infància interior.

Manuel Vázquez Montalbán, ‘sixto Cámara’ 1975
2 min
La matanza del cerdo

Peces històriques triades per Josep Maria CasasúsPara saber qué es el hombre, los científicos están estudiando el comportamiento animal de los animales y perdonen la aparente redundancia. Si quieren hacer un rápido travelling y centrar la cosa en un hombre, en un nombre concretamente adulto, los científicos han dado la razón a aquel gran intuitivo que se llamó Saint-Exupéry y secundan la poética afirmación del personaje de Le petit prince : “Yo soy del país de mi infancia”. La infancia, en efecto, es nuestra patria, es la única geografía que adaptamos a nuestra verdadera piel, una piel que no crece con nosotros. […] Pocos seres humanos podrían ejemplarizar mejor esta teoría que los hijos del Maestrazgo, que cada Navidad abandonan la luz licuada del Mediterráneo y, a partir del cruce de Vinaroz, se adentran por la infernal carretera de Morella, […] Acepté la invitación del abogado Enric Fuster para presenciar la matanza del cerdo en su pueblo, Villores, más allá de Morella, en plena raya geopolítica y lingüística entre Castellón y Teruel. […] La progresiva despoblación del Maestrazgo se ve apenas compensada por este constante retorno de algunas de sus gentes, que se compran casas viejas, las remozan, las dejan convertidas en mausoleos de nostalgia y vuelven siempre que pueden a recuperar ese país, esa patria, la infancia, del que, sin que se sepa muy bien ni por qué ni para qué, algo o alguien les echó. Mientras mataban el cerdo en Villores una compleja tropa de matarifes expertos, recitadores de Salvat-Papasseit, historiadores del movimiento obrero, agentes de la propiedad, lectores de La Odisea, los duros gritos de la víctima, la escarcha entintada por la sangre, el aire respirado crudo, el lejano ladrido de perros truferos o cazadores de perdiz, los estampidos de las escopetas contra la fría mañana, un servidor tenía los ojos interiores llenos por la imagen de un percherón caído sobre el adoquinado de una calle del país de mi infancia. […]

stats