Ana María Moix 1977
10/10/2020

Los complejos del padre de Mafalda (1972)

Peces Històriques Triades Per Josep Maria CasasúsA pesar de que el brillante locutor de Televisión Española preguntara a Quino, creador de Mafalda, si no preferiría haber realizado una obra más mayoritaria en lugar de unas tiras sólo conocidas por un público minoritario e intelectual, Quino lleva vendidos más de ochocientos mil ejemplares de Mafalda, y no sólo ha alcanzado popularidad en Argentina, sino en otros países latinoamericanos y europeos. En España, el éxito de Mafalda sólo ha sido comparable al de Charlie Brown. Recientemente, Quino llegó a España. Estuvo en Madrid y Barcelona. Llegó, muy alto, delgado, con un solo pantalón, una única chaqueta de cuero negro y un jersey gris, su mujer y sus hermanos. Llegó en viaje turístico, camino de otros países europeos y, desgraciadamente para él, coincidió con la fiesta del libro en Barcelona. Se le aguardaba, con avalancha de periodistas, fotógrafos y citas en librerías barcelonesas, para que firmara ejemplares a sus admiradores. La alarma llegó procedente de Madrid, donde Quino pasó unos días antes de llegar a Barcelona: Quino rehuía entrevistas, fotógrafos… no se negaba a recibirlos, porque no se presentaba la oportunidad de decir no; el conserje del hotel daba siempre la misma respuesta: el señor Quino no está. Esther Tusquets, directora de Lumen y editora de Mafalda en España, puso el grito en el cielo. Se había organizado un coloquio en el Drugstore entre Quino, Perich y Cesc, y don José María Castellet de moderador. Se habían organizado firmas en librerías y los actos de rigor. ¿Asistiría Quino, llegaría a Barcelona y desaparecería casi por completo, como hiciera en Madrid? A las cero horas del Día del Libro el Drugstore estaba lleno, con la asistencia de escritores, editores, cantantes, periodistas y el público fan de los tres humoristas. Empezó a correr la voz de que Quino no llegaría: estaba enfermo. ¿Excusas? Pero Quino sí había llegado. Quino sí llegó, pero la noticia de que no se autorizaba la celebración del coloquio abierto también llegó. Perich y Cesc ya saben de estas cosas. Quino -¿sorprendido?, ¿enojado?- sonrió y se encogió de hombros. Es hombre de pocas palabras, educado, prudente; sólo dijo que procedente él de un país como Argentina… ¿qué pudo decir? [les dictadures, com llavors les d’Argentina i d’Espanya, no toleren l’humor crític]