30/08/2017

Aceleración

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La seu del Tribunal Constitucional, a Madrid.

Hoy termina un verano político extraño, tal vez el más corto de los últimos años y anunciando una aceleración inédita. Cuando el Govern y el Parlament jugaban al gato y al ratón con el calendario de aprobación de la ley del referéndum para intentar controlar el calendario, un atentado islamista irrumpió salvajemente y congeló el tiempo. Hoy, el paréntesis parece cerrado y el hormiguero político vuelve a estar activo y nervioso tanto en Barcelona como en Madrid. Los teléfonos móviles se requisan antes de las reuniones por el convencimiento de que están pinchados y hay muchas preguntas. El choque del que hemos hablado durante años se producirá la próxima semana. De entrada, con la aprobación de la ley del referéndum y la convocatoria inmediata de la consulta, que provocarán la reacción urgente del Estado con el gobierno español y el TC. Se abrirán entonces muchas incógnitas sobre cómo se desarrollarán los acontecimientos, y hay tantas respuestas como interlocutores. Habrá que ver la situación de Carme Forcadell, qué reacción de protesta se pide a los ciudadanos y cuál es el grado de movilización. Es de prever que habrá intoxicaciones y saldrán informaciones sobre corrupción. El grado de incertidumbre es grande y una de las preguntas fundamentales es cuándo se aprobará la ley de "transitoriedad jurídica y fundacional de la República", que algunos interpretan como una herramienta para garantizar la celebración del referéndum y la participación del no que aporte el quórum necesario, y otros sueñan ver transformada en una declaración unilateral de independencia.

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