Primera escena. Un representante político catalán sube a la tribuna de oradores del Congreso de los Diputados y pronuncia las siguientes palabras: "Las cartas están sobre la mesa, boca arriba, no hay por nuestra parte ni cartas escondidas ni marcadas, hemos hablado con voz clara y firme, pacíficamente, democráticamente, respetando las leyes. Ahora les toca hablar a ustedes, y les invito a hacerlo con sentido de estado en mayúsculas, sin politiquerías de corto recorrido". ¿Les suena? Esta escena la protagonizó Artur Mas el 2 de noviembre de 2005, en el debate de aceptación a trámite del Estatuto de Cataluña. La solemnidad de aquellas palabras no cuajó en las filas del PP. Artur Mas llegó a avisar directamente a Rajoy de los riesgos de cerrar la puerta a Cataluña. De aquel error histórico nace la foto del jueves en el Palau.
Segunda escena. La mañana del 15 de octubre de 2007 los usuarios de Renfe de la estación de Bellvitge vieron como un enorme boquete abierto por las obras del AVE inutilizaba todas las vías menos una. El caos que se produjo a partir de aquel momento en el servicio de Cercanías de Barcelona puso al descubierto una realidad hasta entonces desconocida: el estado lamentable y la falta de inversiones en la red ferroviaria catalana.
Tercera escena. El 4 de junio de 2009 el pleno municipal de una localidad de 8.000 habitantes del Maresme, Arenys de Munt, aprobó la celebración de una consulta sobre la independencia para el 13 de septiembre. La intención de Falange de manifestarse aquel día y el pulso judicial llevó Arenys de Munt a las portadas de los periódicos y los informativos. Aquella movilización solo fue la chispa que desencadenó una oleada de consultas por todo el territorio.
Cuarta escena. Una de las célebres sentencias de Sun Tzu habitualmente ignoradas por Madrid reza así: "No presiones al enemigo hasta acorralarlo. Cuando las bestias salvajes se ven acorraladas luchan con desesperación". Este es el mensaje que le trasladó José Montilla a José Luis Rodríguez Zapatero en vísperas de que el Tribunal Constitucional fallase sobre el Estatuto. Su tesis era que si un tribunal politizado y desprestigiado alteraba la voluntad de los catalanes expresada en referéndum esto sería interpretado como una humillación colectiva. Nadie le hizo caso.
Quinta escena. El verano de 2012 Artur Mas tuvo que tomar una decisión humillante: pedir el rescate financiero al gobierno de Madrid. Después de recortar en servicios sociales en más de 5.000 millones, Mas comprobó que el autogobierno era una ficción si no disponía de los ingresos fiscales de los catalanes.
Sexta escena. Se dice que uno de los principales errores de Hitler fue subestimar el valor de los soldados norteamericanos. De la misma manera Madrid no descubrió hasta la celebración de la Vía Catalana -la enorme cadena humana que cubrió el territorio de norte a sur y movilizó de forma ordenada a más de millón y medio de personas- la capacidad de organización de una entidad formada por voluntarios como la Asamblea Nacional Catalana. Por un momento incluso pareció que Madrid reaccionaría a la exhibición, pero fue un espejismo fugaz.
