ABANS D'ARA
Opinió 04/07/2013

Vindicación personal (1846)

De l'article de Jaime Balmes (Vic, 1810-1848) a El Pensamiento de la Nación (19-VIII-1846). La difamació político-mediàtica ja causava estralls íntims a mitjan segle XIX.

Jaime Balmes
2 min

Peces Històriques Triades Per Josep Maria CasasúsPor hoy me han de disimular mis lectores que hable de mi persona; y que despojándome del plural nosotros que en las discusiones políticas se ha hecho común en el lenguaje periodístico, me valga solo del singular yo . No lo hago sin razón; pues que no se trata de asuntos públicos, no de opiniones políticas, no de intereses de partido, sino de cosas puramente personales: el singular yo , será mas propio que el plural nosotros ; esta distinción no es inventada por el que esto escribe, sino por Chateaubriand.

Inscriu-te a la newsletter Pensem Les opinions que et fan pensar, t’agradin o no
Inscriu-t’hi

Si hubiese podido dudar alguna vez de la justicia y santidad de la causa que sustento, mis dudas se habrían disipado ahora, al ver las armas con que se me combate: cuando se echa mano del ataque contra la persona, señal es que nada se puede responder a las razones del escritor. El Español , de algunos días a esta parte, sobresale en el empleo de tan triste recurso. […]

Yo no tengo más armas que mi conciencia y mi pluma; y un corazón capaz de arrostrar los insultos y un sacrificio todavía más doloroso: el de soportar la calumnia. Días vendrán, y no están lejos, en que todos cuantos hemos figurado en política seremos puestos a prueba. Los graves acontecimientos a que está abocada la España por indeclinable necesidad, nos ofrecerán a todos abundantes ocasiones para manifestar la consecuencia de principios, la lealtad de las intenciones, la firmeza de carácter, el desprendimiento, y quizás quizás el valor para arrostrar peligros. Entonces se verá lo que todos valemos y lo que somos; porque los acontecimientos, la prosperidad, el infortunio, las revoluciones, no mudan a los hombres, los descubren. Entretanto, si se continúa calumniándome, y no me resuelvo a rasgar velos que quizás podría rasgar, y dejo a mis enemigos que se saboreen en derramar la hiel de su corazón, seguiré mi carrera compadeciéndome de los calumniadores y despreciando altamente sus calumnias. […]

stats