De l’article de Ricard Guanter i Flaquer (l’Escala, Alt Empordà, 1932-2012) publicat al diari gironí Los Sitios (22-IV-1956) arran de la mort del compositor Josep Vicens i Juli, Xaxu (l’Escala, 1870-1956), ara fa seixanta-cinc anys. Amb motiu d’aquest aniversari l’Agrupació Sardanista Escalenca Avi Xaxu ha programat activitats commemoratives per al proper cap de setmana. Destaca un concert, previst per al diumenge, amb deu sardanes de Xaxu prèvies a la Guerra Civil molt poc interpretades. Exiliat a França des del 1939, no va tornar a l’Escala fins el 1942. És l’autor de peces clàssiques de l’escola melòdica popular empordanesa, com Bona festa, molt coneguda pels balladors de totes les èpoques.
El pasado jueves las campanas de la iglesia parroquial de l’Escala anunciaban la triste noticia de la muerte del gran compositor Josep Vicens, popularmente conocido por l’Avi Xaxu. A los 86 años de edad se nos fue para siempre el hombre que, por sus portentosas dotes musicales, tanto había realzado el nombre de nuestra querida población. Antes que un gran compositor, fue un buen ciudadano. […] Josep Vicens Juli l’Avi Xaxu nació en l’Escala el 14 de enero de 1870. Bien pronto se distinguió por su gran afición a la música, que no abandonaría hasta los últimos días de su vida. Ya muy pequeño escuchaba con delirio las orquestas, cantaba muy a menudo y, como un niño se entrega a los juegos propios de su edad, él se entregó por completo a su arte. Se le enseñaron los primeros rudimentos de la música, los suficientes para autoeducarse musicalmente con una velocidad vertiginosa. Tanto, que en la corta edad de los 13 años componía su primera sardana, La filosa, siendo la admiración de propios y extraños. El joven Josep Vicens había dado ya su primer paso. A partir de entonces daría rienda suelta a su fecunda inspiración. Tanto fue que sobrepasan de las 600 las sardanas que llevan hoy día su firma. Merecen mencionarse entre ellas, El cant del pastoret, Carícies, L’arc de Triomf, La roca del Cargol, y, ante todo y sobre todo, la Bona festa, la más conocida de las suyas y que más renombre le ha dado. La última de sus sardanas es L’homenatge a la Vellesa, compuesta con motivo del homenaje que l’Escala tributó a sus ancianos, entre los cuales era él contado. Además de compositor de sardanas se distinguió también en muchísimos otros aspectos de la música. Es autor de bastantes bailes, piezas de concierto, de fiscorn, deflautí, puso la música a una zarzuela de Josep Maria Folch i Torres. En la música religiosa merecen citarse varias Avemarías y una misa. Fundó algunas orquestas, formando parte en otras de gran renombre. Dominó a la perfección una variedad de instrumentos musicales, como el flautí, el contrabaix, la tenora, el fiscorn. Tuvo gran predilección por la guitarra, su compañera inseparable. Gran forjador de eminentes músicos, muchos son los que hoy día deben a él todo cuanto saben.
Peces històriques triades per Josep Maria Casasús
